Por: Graciela Rojas
Ciudad de México a 15 de octubre de 2020
Esta semana se dieron a conocer a las ganadoras y ganadores de los Premios Nobel en sus diferentes categorías:
- Premio Nobel de Medicina: Harvey Alter y Charles Rice (estadounidenses) y para Michael Houghton (británico), por descubrir el virus de la Hepatitis C.
- Premio Nobel de Física: Roger Penrose (británico), Reinhard Genzel (alemán) y Andrea Ghez (estadounidense) por su investigación respecto a los agujeros negros.
- Premio Nobel de Química: Emmanuelle Charpentier (francesa) y Jennifer A. Doudna (estadounidense) por desarrollar un método para editar el genoma.
- Premio Nobel de Literatura: Louise Glück (poeta estadounidense)
- Premio Nobel de la Paz: para el Programa Mundial de Alimentos perteneciente a la ONU.
Si leemos la lista con detenimiento, pareciera que hay una cantidad más o menos equitativa entre mujeres y hombres en la premiación, pero lamentablemente aún falta un gran camino por recorrer. Me alegra saber que en áreas STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) ganaron mujeres y eso significa que habrá más role models que impactarán a niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres de todo el mundo para comunicar algo muy importante: los sueños sí se cumplen y las mujeres sí tienen un papel en las Ciencias y por tanto debemos ser parte de esta conversación.
Viene a mí la siguiente reflexión: si nuestra participación es fundamental para hacer frente a los Retos del Siglo XXI, ¿qué hace falta para que más mujeres se involucren en las áreas STEM?.
De acuerdo con el informe de Rendimiento de Estudiantes Escolares en el área de ciencias (Prueba PISA) elaborado en el 2018, en nuestro país, al igual que en la mayoría de los países de América Latina, la matrícula de ingreso de las mujeres de educación inicial y secundaria supera ligeramente a la de los hombres. Además, su desempeño en materias de ciencia en nivel secundaria no presenta diferencias relevantes.
La diferencia entonces no puede ser biológica sino sociocultural, es decir, por un aprendizaje social en el que la mujer no se ve del todo identificada para seguir en estas áreas de estudio porque no tiene role models y porque el contexto históricamente no ha sido propicio para su incorporación.
Y aunque pareciera que no tiene nada que ver, el simple hecho de que desde 1901, cuando Alfred Nobel instauró los Nobel, hasta 2019 solo 59 mujeres han ganado la presea, esto impacta en las aspiraciones que pueden tener nuestras niñas y jóvenes.
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